sábado, 8 de diciembre de 2012

My love.

Cuando pierdo tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que me de cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando prefiero estar con él por encima de todas las cosas, cuando me despierto y lo primero que imagino es su sonrisa, cuando pienso en todo lo que hemos vivido juntos a pesar del poco tiempo, cuando pone esa cara de niño bueno, cuando le necesito y se que esta ahí, cuando cada día que pasa le quiero un poco mas, cuando pienso que es perfecto, porque lo es. 

miércoles, 11 de julio de 2012

No podría odiarte nunca, ¿ Sabes por que ? porque te quiero y te querré siempre,.

Se paró el reloj-

Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te bese nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble, y la hora exacta de ese beso eran las 12:10, y quite la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada, el minuto exacto en el que me besaste esta metido en un reloj, para siempre y ya nunca se que hora es, pero me da igual, y desde entonces miro constantemente el reloj.

miércoles, 13 de junio de 2012

Seguimos tentando al peligro.

Voy. Rápido. No me detengo. Te encuentro. Como siempre, sonriente. Me acerco. Recupero el aliento. Dudo, pero no es momento. Reuno todo el coraje. Te llamo. Vas a decir algo, pero me da igual, con toda la fuerza que puedo sacar te acerco a mis labios. Callas. Me sigues, agarrándome fuerte, pero suave a la vez. Como si no quisieras soltarme nunca. Caemos al suelo. Beso a beso, decidimos deshacernos del peso extra, fuera las interferencias, nada de ropa. Ya no se sabe si ese brazo es tuyo o son tus ojos los que ven. Pierdo la cabeza, y cojo la primera carretera que lleva hasta tu piel. Meto cuarta y no freno. Derrapo en tu cadera, choco en tu mirada. Tercer atasco en la M-30 de tu ombligo. Caigo en picado, primer accicente en la comisura de tus labios. Acelero en los contornos de tu espalda, hasta llegar al badén de tu cuello. Se cala, me detengo, saboreo. Sonido de gemidos, pisada de embrague. A todo potencia, desviados del camino.Yo quiero, tú puedes; seguimos. Cogemos la autovía, fuera de los límites. Circulas en todos mis sentidos, sonrisas laterales... Seguimos tentando al peligro.

Que nada importe y que todo empiece a importar.

Son las pequeñas cosas las que cambian todo, las culpables de que haga las maletas y salga corriendo, sin importarme donde, siempre y cuando el destino seas tú.